jueves, 1 de mayo de 2008

Embarazo en la adolescencia

Vivimos en una sociedad con muchos problemas. Uno de ellos es el embarazo que involucra a personas jóvenes y en edad escolarizada. Este es uno de los inconvenientes más graves en nuestro país porque gran cantidad de casos se dan en los sectores sociales más bajos y un porcentaje de ellos se torna “no deseado”.

En estas ocasiones se recurre generalmente al aborto, una práctica no legalizada en la Argentina que conlleva riesgos enormes: según el precio que se pueda pagar por él, será su calidad. Esto implica que la persona que se lo realice, no podrá disponer del lugar, la higiene y el cuidado adecuados para una intervención tan peligrosa. Se puede terminar no solo con la vida del bebe, también con la de la madre, si no se tienen en cuenta con los factores antes mencionados.

La concepción a temprana edad se da por una deficiente educación sexual o, directamente, su ausencia, a la hora donde comienzan a darse las primeras relaciones sexuales, generalmente en el período adolescente, en una instancia en que las edades se acortan.

Para algunos, la gestación no es más que una escapatoria: “siempre quise formar la familia que nunca había tenido. Soñaba con un marido y un hijo, y la verdad es que no creo posible haber tenido otro proyecto de vida”, comentó una chica en su sexto mes de embarazo.

El embarazo en la adolescencia: diagnóstico para reorientar las políticas y programas de salud.

La presente investigación fue coordinada por el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), con el apoyo de la Comisión Nacional de Programas de Investigaciones Sanitarias (CONAPRIS) del Ministerio de Salud, durante el período mayo 2003- junio 2004.
El estudio se realizó en las provincias de Chaco, Misiones, Salta, Catamarca y Tucumán y en el Gran Buenos Aires y Gran Rosario. Los sitios fueron seleccionados atendiendo a las tasas de fecundidad adolescente y al peso de los nacimientos de mujeres de 15 a 19 sobre el total de nacimientos.

Principales hallazgos acerca del perfil de las adolescentes madres:

Ø El promedio de las adolescentes puérperas encuestadas se inició sexualmente a los 15 años, con su novio. La edad promedio al primer embarazo es 16 años y medio.
Ø Los niveles de utilización de anticonceptivos son relativamente altos entre las adolescentes
sexualmente activas, respecto de la población femenina en edad reproductiva, con un incremento importante en los últimos años.
Ø Las adolescentes se distinguen del conjunto de las mujeres en edad reproductiva por la mayor utilización de preservativos, la cual se ajusta a la recomendación de la doble protección
(anticonceptiva y de enfermedades de transmisión sexual).
Ø Al momento del último embarazo muchas adolescentes se cuidaban de forma intermitente o no se cuidaban a pesar de que no deseaban explícitamente embarazarse y tenían un conocimiento aceptable de los métodos disponibles. Más de un tercio de las que no se cuidaron reportaron que querían tener un hijo, lo cual plantea que ésta es una alternativa válida para muchas jóvenes.
Ø Se observaron diferentes “grados de vulnerabilidad” al embarazo accidental entre las adolescentes de los diferentes sitios. Las situaciones más “problemáticas” se presentan en Tucumán, Misiones, Salta y Catamarca, mientras que Chaco, Rosario, GBA y La Plata presentan, con diferencias, situaciones menos desventajosas en términos de accesibilidad a métodos.
Ø Casi la totalidad de las encuestadas (94,7%) declara tener intenciones de uso futuro de métodos anticonceptivos. En cuanto a los MAC que las adolescentes tienen previsto usar se encuentran en primer lugar los orales, seguidos por el DIU, mientras que el preservativo sólo recibe un 7,4% de menciones.
Ø La mayoría de las adolescentes que los realizaron (68.6%) hicieron 5 o más consultas. Aquellas que no hicieron controles prenatales o que hicieron sólo uno tienen un nivel educativo menor que las que realizaron dos o más controles.
Ø Se reporta una alta realización de las prácticas de rutina en consultorio (peso, presión arterial, medición de altura uterina, auscultación del feto). También es alta la proporción de embarazadas a quienes se les hizo una ecografía y se les aplicó una vacuna. Se advierte una baja realización de prácticas preventivas en relación al cáncer genito-mamario, la lactancia y la planificación de futuros embarazos.
Ø Un 5% de las adolescentes encuestadas declara que el padre de su primer hijo tenía 30 años o más al nacimiento de ese hijo. Si bien este grupo de edad tiene un peso relativo poco significativo es importante tener en cuenta que estas situaciones pueden estar relacionadas con violaciones y abuso sexual.
Ø En cuanto al vínculo con el padre del bebé al embarazo del primer hijo nacido vivo se observa que el 40,6 % de las entrevistadas reportó estar conviviendo, y un 55,4 % que era su pareja no conviviente.
Ø De las adolescentes que sí estudiaban al momento de embarazarse, sólo 4 de cada 10 continuó estudiando hasta el final del embarazo o hasta por lo menos pasado el 7° mes, lo cual indica que el desgranamiento escolar durante el embarazo es significativo.
Ø El sentir vergüenza de ir a la escuela embarazada o el temor a ser discriminada fue el motivo de abandono escolar reportado por un tercio de las encuestadas. En Tucumán, Salta y Misiones este motivo fue mencionado por aproximadamente la mitad de las adolescentes.
Ø 54,9 % de las adolescentes encuestadas manifestaron no querer tener más hijos, 28,7% deseaba tener más hijos, y 16 % no tenía una idea formada al respecto. El 79,2% de las adolescentes piensa como cantidad ideal entre uno y dos hijos.

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