sábado, 8 de noviembre de 2008

Esto no es una canción (Proyecto de la Escuela Media Nº 2 de Tandil)

EPILOGO sigue creciendo. Esta vez tuvimos la oportunidad de viajar a la ciudad de Tandil, donde alumnos de la Escuela de Educación Media Nº 2 realizaron dos cortos cinematográficos: “Esto no es una canción” y “Los sueños que inventa el poxi”, dramatizando distintas realidades sociales relacionadas con adicciones. Los directivos del Establecimiento y los chicos de tercer y primer año de Polimodal nos recibieron cálidamente, mostrando las instalaciones de la Institución e intercambiando sendas experiencias sobre proyectos extra curriculares. Sabrina Estela, Mariela Robusto, Noelia Echevarne y Florencia Luque nos permitieron compartir la siguiente charla y conocer un poco más acerca de la producción que realizaron.

¿Cómo surge la iniciativa de realizar estos videos?
Todos los años vienen a la Institución a dar charlas de educación sexual a los chicos de primer año. La idea surgió de Julio Siríaco, autor del video. El tiene pasión por filmar, entonces nació este sueño de realizar un proyecto así en la Escuela. Convocó a una reunión con los chicos que estuvieran interesados en participar. De a poquito nos fuimos juntando, aportando ideas, claro que, bajo una estructura armada.

Esto es muy “casero”, pero en lo personal superó todas nuestras expectativas. En un primer momento, cuando nos llamaron para hacer un video, dijimos: Bueno, va a hacer un par de imágenes recopiladas, una arriba de la otra, pero cuando vimos las primeras ediciones nos quedamos asombrados, no nos imaginábamos que iba a quedar tan bien.

¿Alguno de los que participaron en estos videos tiene pensado estudiar cine?
Yo por lo menos si. Además ya estuvimos hablando y vamos a seguir haciendo estos videos, no siempre con lo mismo, con otras ideas, pero más adelante cada uno verá.

Nosotros empezamos con las charlas y somos un grupo muy unido, nos enganchamos en todos los proyectos. Estábamos en un recreo y Julio planteó esta idea que deseaba llevar a cabo, fueron un montón de chicos y para el primer video la probaron a Sabrina.

La idea era otra, hacer el video “Esto no es una canción”, la mitad del video nosotros como adolescentes o sea la protagonista como adolescente, y la otra mitad ya de grande. Hacían pruebas con nosotras dos. Fue cambiando de a poco la idea que iba surgiendo. Al principio todo lo que hacíamos era en la Escuela, los ensayos, después todo afuera. Los domingos nos reuníamos a las nueve de la mañana.

A pesar de haber participado en los videos, cuando los ven, ¿les resultan “chocantes”?
Sí, sobre todo la parte de la tumba, todo eso fue como producto final. Por ejemplo, en el segundo video el chico protagonista, que también muere, la madre se puso re mal y se puso a llorar.

Mi mamá no, porque sabe que es lo que a mi me gusta, a mi me encanta la actuación y como yo estoy de acuerdo, ella nunca tuvo drama. Al contrario, sabía que era algo bueno para nosotros, una experiencia nueva. Desde un principio también supimos la finalidad. Después a medida que fue surgiendo lo del video, a medida que lo íbamos haciendo, por ahí los documentales, lo que sabíamos de la realidad. Pusimos mucho de todos, hay también una filmación en la casa de una chica, la cámara la prestó un amigo, todos fuimos poniendo algo para colaborar.

Además, en el primer video, hay un montón de efectos, detrás de escena en las imágenes estamos todos. Fue una buena manera para conocernos mejor. Yo, entré el año pasado, pero a los demás no los conocía a ninguno, una excusa, también, para conocernos entre todos, ya que en la Escuela hay mucho compañerismo.

¿Esto que muestran en el video, ustedes lo ven diariamente?
No, o sea de cerca, pero sabemos que no está bien. Lo que siempre hablamos es de la diferencia de video y video: “Esto no es una canción” es más cercano a otros, y en cambio el otro no, porque es una diferencia social, donde el chico era pobre, todo era respecto al entorno. En cambio la chica más por las amistades y porque no están en la misma, por querer integrarse a un grupo, cosa que le puede pasar a cualquiera.

Hay gente que también empieza a fumar para poder integrarse al grupo y luego no lo podes dejar, sabiendo que el cigarrillo es una cosa que te puedo afectar. La letra del tema es re dura.

¿Cómo te sentiste al personificar a una chica que hace cosas que a vos no te pasaron, pero sabes que le pudo pasar a otra persona?
Esto es lo que a mi me pasaba, por ahí cuando hacía que me estaba drogando, que tenía que hacer esas cosas que en realidad yo nunca las haría, tenía que “tratar” de ponerme en las zapatillas de una persona que se droga y tratar de hacerlo lo más real posible y natural.

¿Qué les pasó cuando vieron el video terminado? ¿Cómo hacía para que las escenas se volvieran más reales?
Quedé re impactada, desde lo de la tumba hasta ir con los demás al cementerio. Es como que uno no lo vive por que es re sano, tiene una vida normal, y ver y darte cuenta que estas cosas pasan en verdad te deja helada.

El director nos decía: “pensá que es tu hermano el que se está drogando, y como reaccionarias si estuvieras ahí”, tratábamos que salga todo lo mejor posible.

Nos contaron un caso de una chica de México que había pasado por una situación similar, que había tomado la decisión después de no ver el video, como que había experimentado la droga y los efectos que producía. El director quedo muy conforme, nos agradeció muchísimo por que era un tarea preescolar, era algo que hacíamos nosotros por que nos gustaba; era decir “a tal hora nos juntamos” e íbamos todos.

¿Y alguna vez les pasó que algún conocido o cualquier otra persona les dijera “Que bueno que está el video”?
Eso para nosotros es placentero, una vez iba por la calle y una nenita me reconoció: ¿Vos no hiciste un video? ¿Estas en la casa de mi abuela “. Obviamente, para cualquiera de nosotros es una emoción bárbara, es todo nuevo, como ahora, que vinieron ustedes desde Mar del Plata para hacernos una entrevista.

¿Hubo alguien que les dijera “Como van a escribir o mostrar eso"?
No, yo creo que la otra vez mostraron el video e hicieron un trabajo, y algunas alumnas dijeron que por ahí estaba mal en Mostar el final crítico y no ver que hay una salida. En verdad lo que queremos es esto. Queremos que a los demás les llegue esto que estamos haciendo. Obviamente hay una salida, y que se puede, pero siempre están los que no están lejos de la realidad por que varios casos seguidos de chicos que se mueren por la droga a tempranas edades no solo gente que lleva años consumiendo.

¿La canción ya la conocían?
No, nosotros por lo menos no, Julio la escuchó. El nos dijo que había escuchado una canción y que de ahí había surgido la idea. Creo que vio el primer video y luego nos propuso llevar a cabo este proyecto.

¿Ustedes ayudaron a editarlo?
No. La sensación que me dio a mi, cuando me dijo de hacer un video, me imaginaba algo así nomás, aparte nos dijo que no sabía nada y, cuando lo vimos, te juro que la primera imagen, la de las cadenas, que quedó bárbara, superó totalmente todas nuestras expectativas; cuando vi el producto final quedé helada, me encantó.

¿Cuánto tiempo tardaron en grabarlo?
Fueron aproximadamente dos meses. Además no íbamos todos juntos, íbamos por partes y un montón de veces tuvimos que filmar de nuevo.

¿Desde su punto de vista, como creen que salió personificar a cada uno de los personajes?
Yo me ví bien en el papel, siempre quedan algunos detalles, yo había hecho teatro un mes y no me había gustado, pero acá era diferente por que estábamos todos entre amigos e iba todo con “onda”. Era no parar de reírse. Estuvo bueno el trabajo en si por que fue para divertirse y estar entre amigos.

Daniela Antonino y Staff de EPIlogo

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